La quinoa es una semilla que posee unas características únicas que hacen
que las personas puedan consumirla como si se tratase de un cereal, por eso se
considera un pseudocereal.
La quinoa es uno de los vegetales más
completos que se pueden ingerir. Cuenta con nueve aminoácidos esenciales y
aporta proteínas, fibra, carbohidratos y grasas saludables para el organismo.
Por ello, es un alimento excelente para incluir en cualquier dieta por sus
notables beneficios para la salud de nuestro organismo.
Los micronutrientes que destacan en la
quinoa son el magnesio, potasio, calcio,
fósforo, hierro y zinc, esto en cuanto a los minerales y en vitaminas
destacan las del complejo B y vitamina E
con su poder antioxidante, como sabemos.
Como ya he dicho, no es un cereal, pero ofrece uno de sus beneficios, una gran
cantidad de fibra. Esto hace que pueda ser utilizada en dietas dirigidas a
adelgazar, ya que ayuda a la regulación del tránsito intestinal , de los
niveles de colesterol y azúcar en la sangre y también es muy útil en dietas
para perder peso por su capacidad para saciar el apetito durante horas.
La quinoa también contiene grasas
saludables para el corazón, como pueden ser las grasas monoinsaturadas en forma de ácido oleico, que aportan ácidos omega 3 y omega 6 que ayudan a
mantener la salud cardiovascular. Su consumo habitual, por tanto, favorece la
prevención de enfermedades como la arteriosclerosis.
También destaca su alto contenido de proteínas (unos 14,2 gramos por cada 100 gramos
de alimento no cocido). Esta característica convierte a esta semilla en una
excelente fuente de energía, por lo que
es una muy buena alternativa para aquellas personas que quieren llevar a cabo
una dieta vegetariana saludable y nutritiva.
Es
un alimento valioso en las dietas de las pacientes celiacos, ya que no contiene gluten.
También es un alimento cicatrizante por
contener sustancias alcalinas. Tiene
propiedades laxantes y puede contribuir a reducir el riesgo de contraer
cáncer del tracto digestivo.
¿Cómo preparo la quinoa?
Es importante comentar que antes de
cocinarla, se debe lavar debajo del chorro del agua, pero nunca dejarla en
remojo, para que desaparezca una sustancia presente en su superficie, la
saponina, tóxica para nuestro organismo. Una vez lavada se puede hervir como si
se tratase de arroz, 15 o 20 minutos, en ese tiempo la quinoa ha doblado su
volumen y libera su germen blanco.
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